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El arte de navegar...

Hay momentos de la vida en que todas las puertas parecen cerrarse, en que daría la impresión de que los astros se hubieran confabulado para generar en lo cotidiano dificultades, luchas, inconvenientes. A veces son grandes pruebas; otras, un sinfin de menudencias intrascendentes que, a pesar de ser pequeñas, se van acumulando y producen, por su cantidad, la sensación de que el mundo es hostil y de que todo irá de mal en peor...

...Asi sucede y cuando en el mar de la vida la tormenta arrecia, existen muy distintas formas de afrontar la situación para el pequeño velero que nos sentimos ser en esa inmensidad oceánica de la difícil realidad:

Quedarnos varados, retroceder en la propia ruta, naugfragar...o bien orientar las velas interiores en el sentido adecuado como para, en vez de zozobrar por culpa de la tormenta, avanzar gracias a la tormenta...

El I Ching nos dice:

Unicamente cuando uno es capaz de mirar las cosas de frente y verlas como son, sin ninguna clase de autoengaño ni ilusión, va desarrolandose a partir de los acontecimientos la claridad que permite reconocer el camino hacia el éxito. Consecuencia de esta comprensión ha de ser una decidida actuación perseverante; pues solo cuando uno va resuletamente al encuentro de su destino, podrá dominarlo. Podrá entonces atravesar las grandes aguas, vale decir, tomar una decisión y triunfar sobre el peligro.


Meditação 06.05.99
gentil colaboração do Médico Psiquiatra
Rubens Mario Mazzini Rodrigues (RS-PA)